Los hoteles tienen como misión principal hacer que sus huéspedes se sientan lo más cómodamente posible en sus instalaciones, y la iluminación tiene un papel crucial para conseguir el máximo confort, ya sea en la habitación, en las zonas comunes, o en los exteriores del hotel. Es pues necesario adaptar la intensidad, el tipo de luminaria, y la fuente de luz de la misma, para cada zona y uso al que esté destinado este espacio.

Empezando por las zonas comunes, lo primero que vemos de un hotel no es su interior, sino su fachada, jardines y entrada principal. Para iluminar el exterior, lo más común es usar empotrables y proyectores, que nos ayudan a resaltar la arquitectura del edificio y guiar a los visitantes. En este sentido es importante resaltar que estas luminarias además de requerir una protección antigolpes y resistencia a elementos atmosféricos, necesitan ser conectables entre sí para facilitar su uso e instalación. Empotrables como COBSOIL pueden conectarse en línea de hasta 50 metros sin caída de tensión con una sola fuente de alimentación. Trabaja a 24V con el driver, lo que implica mayor seguridad y evitar que los picos de subida de tensión puedan estropear las luminarias. Su protección contra golpes es 8 (IK8) y su índice de protección de polvo y agua 67 (IP67).

Las escaleras que dan paso a entradas y salidas también son zonas donde la iluminación es especialmente delicada para evitar caídas y guiar adecuadamente a los clientes. Además del ya mencionado empotrable de suelo COBSOIL, los bañadores de pared como ARIS, INMA u OKO, nos ofrecen diferentes modos de iluminación para todas estas zonas que requieren especial cuidado.

Mención aparte, están los bañadores PENN, que ayudan a resaltar zonas de arbolada o del edificio permitiendo colorearlo gracias a su RGB, llamando la atención de transeúntes y visitantes. Igual de importantes son los apliques de exterior, que crean efectos lumínicos muy decorativos sin deslumbrar al caminar por lugares de paso. Modelos como TISA, KAMAL, NEW ERA o LOBY, son apliques elegantes de alta calidad que ofrecen diferentes tipos de iluminación para crear un exterior bello a la vez que bien señalizado.

Una vez dentro del hotel, tenemos la recepción, la cual siempre tiene un aspecto acogedor donde el huésped entra en un estado de relajación después de pasar el día fuera. Con generalmente una zona de espera y un mostrador donde ser atendido, la luz en esta estancia es cálida y ambiental, debe inducir al descanso y arropar al cliente como si entrara en su propia casa. Para ello se utilizan luminarias con pantallas que dan una luz difusa, o apliques con luz indirecta que iluminan la estancia sin un resplandor directo a la vista. Dependiendo del estilo del hotel, elegir entre BEA, ONA, ONA WOOD o WALA como luminaria de pie, siempre es un acierto para este tipo de espacio. Hay hoteles que por las dimensiones y la impresionante arquitectura que da la bienvenida al visitante, suelen poner lámparas colgantes donde premia el aspecto decorativo para dar calado a la majestuosidad del lugar. También es común verlas en las zonas de restauración sombre las mesas o zona de buffet.

Los pasillos son el paso previo para entrar en nuestra habitación, y aquí los apliques y los empotrables son la elección más común.

Por fin dentro de la habitación, tenemos que dividirla entre la zona de sueño, escritorio y el aseo. Dependiendo del hotel, estas zonas pueden estar más o menos separadas unas de otras, pero el tipo luz que necesitan es completamente diferente. Mientras que en el baño y zona de aseo se suele usar una luz blanca de 6500K, con cierta potencia para que ilumine de forma homogénea y evite sombras cuando nos miramos al espejo, en la parte de descanso por el contrario debe haber una luz tenue, cálida y focalizada para facilitar la lectura y el sueño, que conseguimos gracias a los apliques a ambos lados de la cama como CLARA con USB para cargar nuestro dispositivo móvil, o NABIA, que dispone de una luz difusa y una luz focal orientable para facilitar la lectura. Los empotrables que alumbran el armario o el pasillo también necesitan ser de luz cálida, o natural, y para ello la gama DOTFIX con diferentes ángulos de apertura, permite adaptar la cantidad de iluminación y su colocación indiferentemente del tamaño de la estancia.

Para terminar, aquellas habitaciones que disponen de escritorios incluyen luminarias de sobremesa como ALEXIA, que con su estilo minimalista y moderno encaja en cualquier estilo decorativo.

Según las tendencias actuales, ya es común ver lámparas colgantes como luz de noche junto a la cama. Pero el mayor cambio que repercute en un ahorro energético para el hotel, y en una mejora tanto en la experiencia del cliente, como el confort, es la domótica. Con ella cada cliente puede adaptar el tipo de luz y la intensidad de toda la habitación desde un solo punto de control, al igual que facilita al hotelero regular cada punto de luz según la época del año, o la climatología.