Diversos estudios han demostrado que el ciclo biológico del cuerpo humano está directamente relacionado con la iluminación. Nuestro cuerpo responde con cambios físicos, mentales y conductuales a la luz y a la oscuridad del ambiente que nos rodea, de ahí que el organismo tienda a dormir por la noche y a estar despierto-activo durante el día. Si queremos favorecer el descanso o el trabajo, lo aconsejable es adaptar la iluminación a la actividad que se desarrolla en cada espacio según el momento del día. El ojo tiene en la retina unos fotorreceptores que se activan con la luz y el cuerpo interpreta, según su temperatura de color, si debe activarse o relajarse.

Qué es la temperatura de color

Se define como la dominancia de alguno de los colores del espectro lumínico sobre los demás, de manera que puede alterar el color blanco hacia el rojo o hacia el azul. Esto quiere decir que la luz, ya sea natural o artificial, posee un color dominante que tiende hacia el rojo (pasando por el amarillo y el naranja) o hacia el azul (pasando por el blanco). El color de la luz, o la temperatura de color, se mide en Kelvin.

A la hora de iluminar una estancia, tendremos en cuenta qué temperatura de color es la más propicia de acuerdo con la actividad que desarrollemos en su interior o a la ubicación del espacio:

-    Luz cálida

Por debajo de 3000K. Este tono de luz invita a la relajación creando un ambiente de lo más acogedor. Será adecuado para iluminar salones, dormitorios y zonas de estar.

-    Luz neutra

De 3020 a 5000K. Destaca la versatilidad de este tono de luz que es la opción preferida para iluminar viviendas, especialmente en cocinas y baños; y también en comercios como luz general ofreciendo gran capacidad para adaptarse a cualquier actividad.

-    Luz fría

Por encima de 5010K. Este tono es perfecto para iluminar espacios de trabajo (talleres, oficinas, clínicas), lugares en los que es necesario fomentar la concentración y evitar forzar la vista.

La gran versatilidad de KIRA

KIRA es sinónimo de minimalismo en cualquiera de sus versiones: colgante o semiplafón tubular. La sencillez en el diseño y un haz de luz focalizado dan como resultado una luminaria de lo más elegante capaz de adaptarse a cualquier estancia. Además, antes de su instalación, podemos elegir la temperatura de color gracias a un interruptor localizado en el interior de la luminaria.

Imagen Kira

CCT: Cambio de temperatura de color

Las siglas completas corresponden a Cambio de Temperatura de Color Correlacionada. Algunas luminarias permiten la selección de tono para adaptar nuestro espacio a las necesidades del momento y crear espacios de gran confort visual. Estas son solo algunas de nuestras luminarias con esta opción: